En el año 2010, un estudio confirmó que el 51% de los pacientes que acudían a las consultas del aliento tanto en España como en Portugal nunca había hablado con terceras personas sobre el estado de su aliento. Al sospechar que padecen halitosis, algunas personas optan por invertir mucho tiempo en buscar medios de autodiagnóstico en lugar de contar con la opinión del llamado confidente.

Generalmente, consultando blogs y portales web con poca evidencia científica, o utilizando métodos erróneos y subjetivos, como la evaluación del aliento a través del olor del hilo dental. Lo peor de todo es que, a pesar del tiempo que han invertido, estos pacientes reconocen que la duda sigue existiendo.

La definición de halitosis como “olor desagradable percibido por terceros” permite comprender que son “los otros” los que deben determinar de forma directa y objetiva la existencia de un olor perceptible y desagradable. Interrogar a otras personas sobre el tema no es ciertamente un ejercicio fácil, especialmente para los más tímidos, introvertidos y perfeccionistas. Sin embargo, esta es la forma más fidedigna de detectar el problema, siempre que se realice de acuerdo a determinadas normas. La elección del confidente debe seguir tres requisitos:

  1. Contacto asiduo entre las dos personas que intervienen en la detección (por lo menos tres días a la semana).
  2. Ausencia de problemas a nivel olfativo.
  3. Sinceridad y sentido común. El paciente debe tener la certeza de que su confidente le dirá la verdad, por muy incómoda que esta sea. El confidente escogido debe ser instruido sobre aquello de lo que debe informar al paciente cada vez que perciba un aliento desagradable.

Tanto si se trata de episodios esporádicos como si no, la información puede ayudar al paciente a descubrir el motivo de su halitosis. Normalmente, con un confidente es suficiente. Sin embargo, en el caso de que exista una elevada discrepancia entre la autopercepción del paciente y lo que reporta el confidente, podría ser útil recurrir a un segundo confidente. De esta manera se despejen las dudas que pudieran existir.

La participación de un confidente es lo que impide que el paciente tenga una conciencia equivocada sobre su aliento, especialmente en los casos de pseudo-halitosis (halitosis no verdadera).

Artículos científicos de interés:

Nunes JD, Sioli JM, Ortíz A, Cobos MJ, Gallardo I, Martínez-Sahuquillo A. Aetiology and management of halitosis – experiences at a breath odour clinic. Oral Diseases 2010;16:554-555.
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By | 2017-03-06T10:57:44+00:00 marzo 18th, 2016|5. Sociedad|1 Comment

About the Author:

Investigo el aliento humano, soy autor del reconocido protocolo HCP Arthyaga® para el diagnóstico y el tratamiento de la halitosis. Desde el año 2007 dirijo el equipo del Instituto del Aliento - Breath Research. Estoy comprometido con la labor de sensibilizar a la sociedad para que empecemos a hablar de la halitosis sin tabús.

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  1. […] cuando se consigue una remisión del mal olor que es reconocida por: (i) el paciente, (ii) por su confidente (amigo o familiar próximo al paciente que ha sido instruido para informar sobre el mal olor del […]

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