Diana A. (nombre alterado) acude a la consulta en busca de ayuda. Tiene 34 años y trabaja como directora de Marketing. Justifica su visita argumentando que tiene “un pequeño problema de mal aliento”. Dice que fue su madre quien le hizo tomar conciencia de su “problema” y que, desde entonces, su vida ha cambiado y está sufriendo en silencio las consecuencias de una transformación lenta, pero avasalladora.
El malestar que siente ha llegado a tal punto que empieza a tener graves repercusiones en su forma de comportarse con los demás. A medida que avanza la visita, identifico dos Dianas: una, la que se expresa la mayor parte del tiempo, es una mujer triste y angustiada; la otra es comunicativa, exuberante, y aparece solamente cuando habla de su vida antes de saber que tenía halitosis.
Explica con preocupación cómo su trabajo se está viendo seriamente afectado. Lamenta haber abandonado su habitual dinamismo por un estancamiento progresivo. Está cursando un postgrado, y en ese entorno su “problema” se acrecienta. Dice que habla en clase únicamente cuando es absolutamente necesario y entonces procura hacerlo de forma breve, lo que le ha valido un toque de atención por parte de sus profesores por su falta de participación.
Tampoco su vida amorosa funciona. Hace poco, su novio le echó en cara que fuera poco afectuosa con él y que se comportara de forma evasiva en la intimidad. Hasta el día de hoy, Diana no ha tenido el coraje suficiente para hablar de este asunto con nadie, a excepción de su madre, empeñada en seguir recomendándole remedios caseros que no han funcionado y de los cuales empieza a estar muy harta. Quizá por eso, ahora ambas evitan hablar el tema.
En su círculo de amigos, las cosas no van mejor. Los amigos le reprochan que haya desaparecido y que encuentre siempre un pretexto para no encontrarse con ellos. Diana se excusa en el esfuerzo académico que le exigen sus estudios. Cada vez se siente más ansiosa a la hora de relacionarse con otras personas y las situaciones embarazosas se suceden.
Confiesa haber llegado a un punto muy crítico en el que su aliento está dominando la relación con su pareja, sus amigos y su entorno de trabajo. Acaba implorando que la ayude, urgente, puesto que su principal deseo sería poder volver a aquellos días felices en los que no tenía que aguantar la respiración.
Copyright secured by Digiprove © 2016 Jonas Nunes
Get Social