Halitofobia: cuando el aliento domina a la persona
En esta ocasión os quiero hablar de un fenómeno bastante más común en mi consulta de lo que muchas personas podrían imaginar: la halitofobia, un cuadro patológico que recientemente ha tornado en condición psiquiátrica reconocida.
Ahora bien, ¿a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de halitofobia? Con la aparición de las primeras clínicas y consultas de halitosis en la década de los 90 se constató que una parte de los pacientes que solicitaban un tratamiento para el aliento no tenía realmente halitosis. Este fenómeno se explica por los efectos de algunas patologías que pueden generar sensaciones de malestar oral, llevando al paciente a la autopercepción de halitosis. En otros casos, en personas más susceptibles, acciones habituales de terceros, como rascarse la nariz, desviar la mirada o finalizar una conversación de forma abrupta son interpretadas de inmediato como una evidencia de que padecen halitosis.
Aunque, por razones históricas, halitofobia es el término más comúnmente empleado, este vocablo no se ajusta a la realidad. La característica más destacable de esta condición es su carácter obsesivo-compulsivo y no la fobia: el paciente desarrolla pensamientos obsesivos (caracterizados por una idea exagerada e irracional sobre su propio aliento) que refuerzan su creencia de estar padeciendo halitosis, incluso cuando médicamente los propios médicos verifican y le aseguran que no tiene mal aliento. El componente compulsivo de esta dolencia se traduce en comportamientos conscientes y repetitivos que persiguen erradicar la obsesión, tales como el uso repetido de antisépticos orales o el cepillado reiterativo de dientes, entre cinco y seis veces al día.
El paciente halitofóbico: características
El manejo del paciente halitofóbico es un proceso difícil. Algunas personas que sufren este trastorno consiguen esconderlo frente a los demás, bien porque se sienten cohibidos o porque son conscientes de lo absurdo de esos múltiples cuidados autoimpuestos. La idea de poseer halitosis tiende a aumentar la ansiedad del paciente al mismo tiempo que la ejecución de hábitos compulsivos la reducen. No obstante, si a un paciente halitofóbico se le impide llevar a cabo un acto compulsivo, puede surgir ansiedad severa.
La halitofobia es incapacitante, pues consume tiempo e interfiere significativamente en la rutina, en el trabajo, en las actividades sociales y en las relaciones con familiares y amigos.
Difícilmente los pacientes que padecen halitofobia pueden reconocerlo. Aunque se hayan producido destacables avances en el tratamiento de esta condición psiquiátrica, como la psicoterapia de orientación dinámica o la psicoterapia cognitivo-conductual asociada a la terapéutica farmacológica, suelen ser descritos en las clínicas de halitosis como pacientes que se niegan imperiosamente a ser observados por un médico psiquiatra o por un psicólogo.
El desencadenante de la halitofobia tiene lugar cuando alguien hace una apreciación negativa sobre el aliento, que puede ser malo de forma puntual y aislada, pero que el paciente interioriza como algo permanente.
Ocurre a menudo que los pacientes halitofóbicos trasladan a las personas que tienen más cerca sus miedos e inseguridades, llegando a perseguirlos con ataques exagerados sobre su aliento o acusándolos de tener una higiene oral insuficiente. Recuerdo una paciente halitofóbica que obligaba a su hijo de nueve años a cepillarse los dientes seis veces al día y lo llevaba al dentista cada tres meses por temor de que su hijo pudiera padecer el “mismo mal” que ella.
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Llevó mas de 3 años creyendo que tengo mal aliento, he ido muchas veces a odontología, gastroenterologo y por ultimo hace mas o menos 10 días fui al otorrinolaringologo y después de escucharme y verme tan afligida me dijo, dime 5 personas que te hayan dicho que sufren de mal aliento porque yo no te siento absolutamente nada, yo quede en shock porque llevo años sin expresarme bien ya que siento que la gente se tapa la nariz cuando hablo, bueno como no supe responderle me puso esa tarea preguntarle a los mas allegados entre esos el mas importante mi esposo, me llene de valor porque es algo muy difícil y le pregunte a 10 personas entre amigos y compañeros de trabajo y todos me dijeron un rotundo NO, jamas te hemos sentido mal aliento, es mas me indicaron aquellos que me quieren mucho que si eso me pasara ellos me lo hubieran hecho saber, ay si quede peor, total desde ese día hasta hoy hablo con mas tranquilidad aunque aun tengo ese miedo, pero día a día lo estoy superando gracias a Dios, el fue el que me puso ese doctor en mi camino que me hizo abrir los ojos para darme cuenta que es algo psicológico nada mas, no había escuchado la palabra Halitofobia hasta hoy que abro mi correo y me llego el mensaje de instituto del aliento al cual me uní hace meses buscando una ayuda al problema que supuestamente tenia, ojala mi horrible experiencia le sirva a muchas personas que creen que lo tienen, pero que les da miedo preguntar para estar seguros…Yo estoy feliz gracias a Dios porque se que estoy sana.